New récord del mundo de paramotor biplaza despegue a pie (PF2).

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Menudo vuelo el de Ruben Vicente Crespo y  José Ramón Martín Guiterrez (de Airwind) como copiloto y navegante. 568 km ha sido la distancia que han recorrido, saliendo desde Mutxamel (Alicante) y llegando hasta Herreruela, cerca de la frontera con Portugal. Con un total de 11 horas, a una media de 60 km/h, y subiendo a una altura máxima de 1793 m, pero volando la mayor parte del vuelo a unos 1000 m de altura (sobre el nivel del mar). La velocidad máxima alcanzada en el vuelo fueron 74 km/h (de GPS). Con este vuelo han conseguido una nueva marca en el vuelo en paramotor biplaza con despegue a pie (a ratificación de la FAI).

Descubre todos los detalles de este vuelo aquí.



Cronología del récord de distancia en paramotor biplaza a pie (PF2):

1ª Marca: 360 km. establecida por Ángel Javier Carrasco y Luis Alberto Navarro (ESP) octubre 2006.

2º Marca: 379.8 km. establecida por Miguel Esteves y Cleber Jeones (BRA), mayo 2008.

Nueva marca: 568,47 Km. Establecida por Rubén Vicente Crespo y José Ramón Martín Gutiérrez (ESP) el 28 de octubre de 2016 (a ratificación de la FAI).


Datos del récord de distancia en paramotor biplaza a pie (PF2).


  • Fecha: Viernes, 28 de octubre del 2016.
  • Distancia: 568,47 KM. (línea recta).
  • Recorrido del vuelo: 598 KM.  Mutxamel (Alicante) – Herreruela (Cáceres).


Piloto: Rubén Vicente Crespo.
Copiloto-navegante: José Ramón Martín Gutiérrez (Airwind, Escuela de Paramotor).



  • Logística-apoyo terrestre: Lorenzo Alarcon Alcolea (Paramotores Airfer).
  • Equipo de vuelo:

Parapente: DUAL 40, de Bruce Goldsmith Design BGD.


Paramotor: AIRFER Explorer motor POLINI THOR 250.


CRÓNICA DEL RÉCORD, por Rubén Vicente y José Ramón Martín.


UN VUELO DE RÉCORD… UN PROYECTO, DOS ENFOQUES.

El proyecto.

RUBEN: Desde antes de empezar a volar me fascinaban las largas travesías de Ramón Morillas cruzando la península de lado a lado, incluso tuve la suerte de conocer a Ángel Javier Carrasco algún año después de conseguir su record de distancia en biplaza. Así que para mí era un reto que en algún momento debía de llegar, más aun al saber que el record pasó a estar a manos de una pareja de brasileños.

Hace un par de años empecé valorar la posibilidad de mejorar la actual marca que se encontraba en unos 380km, pero no fue hasta que se lo comenté a José Ramón, cuando realmente lo que era un proyecto se convirtió en un objetivo real para ambos.

Lo primero era conseguir el equipo necesario, y quien mejor que Lorenzo (Airfer) para darnos el apoyo necesario en este sentido. Lorenzo ya trabajó con Ángel años atrás para conseguir este reto. El Equipo ya se había formado.

La máquina que nos impulsaría de forma ininterrumpida durante 9, 10  o quien sabe cuántas horas estaba claro, un Polini 250. La vela que llevaríamos también lo tuvimos claro, la Dual de BDG sería nuestro parapente.

La ruta no siempre estuvo clara. Ramón apostaba con aprovechar los vientos de levante que se cuela en otoño por los llanos de castilla y no se confundió, yo optaba con atravesar la península en diagonal desde el Suroeste hacia el Noreste aprovechando los vientos predominantes de la península, como Ramón Morillas había hecho en el pasado en sus record. Lo que teníamos claro era que la travesía debía ser en Octubre, porque aún tenemos bastantes horas de luz y la actividad térmica ya es más llevadera. La primera semana de octubre no podía ser porque José Ramón celebraba la Concentración anual de su club Airwind, en Sonseca y pocos días después yo iba a asistir al Campeonato de España en Bornos, así que la fecha se iba cerrando, el 28 de Octubre iba a ser nuestro día, y no íbamos a estar solos, Karen se iba a sumar a nuestro reto, ella quería superar su anterior marca de 450km.

Antes de este día hubo mucho trabajo. Atrás quedaron pruebas de velocidad, de consumo, despegues y aterrizajes con los depósitos auxiliares llenos de agua,… Incluso mi asistencia este año en el Mundial de paramotor en Inglaterra fue encaminada a hacer horas y testear el rendimiento del Polini. Y por supuesto, físicamente también nos hemos tenido que preparar, el paramotor con el paracaídas biplaza más el depósito principal de 18 litros ya eran 60kg y a esto hay que sumarle los depósitos auxiliares más el equipo del copiloto.

El Jueves nos juntamos en la fábrica AIRFER en Socuéllamos (C.Real), donde Lorenzo nos esperaba para rematar los últimos preparativos y salir desde allí hacia Mutxamel (Alicante).  José Ramón ya había contactado con el Aeródromo de allí y nos iban a permitir despegar. Desafortunadamente Karen y su marido Jason tuvieron complicaciones en el trabajo y no pudieron venir.

JOSE RAMON: A mí el proyecto de Rubén me cayó llovido del cielo, por decirlo de algún modo. Como examinador de la FDACM, suelo realizar para esta federación los exámenes para pilotos de paramotor de cada especialidad. Y entre finales del año pasado y principios de este, cuando celebramos la convocatoria 2015, Rubén junto a otros compañeros de Parapente Madrid, vinieron a examinarse de la habilitación biplaza, por una cuestión más formal y estética que otra cosa, pues ya eran y son grandes pilotos biplaza.

Cuando después de los exámenes, Rubén me comentó que quería intentar batir el record del mundo de la especialidad de biplaza a pié, y que tenía algún compañero que podía acompañarle pero aún no lo habían concretado, se encendió una bombilla en mi interior y seguro me brillaron los ojos; yo no podía vérmelos. Solo comencé a vislumbrar una estupenda posibilidad de retornar ese record a España, pues por el momento se encontraba en posesión de unos pilotos brasileños.

Aunque nunca he rechazado los retos deportivos, para mí esta aventura tenía, tiene y tendrá una connotación más sentimental, incluso podríamos decir “romántica” que la propiamente deportiva.

Con 48 años cumplidos y más de la mitad de mi vida volando y enseñando a volar, mi visión del vuelo, de las competiciones y de los records es mucho más “sosegada” que la de cualquier joven con metas más inmediatas y presentes en su cabeza.

Para mí, ese primer comentario de Rubén sobre intentar un record fue una puerta abierta para tratar de rendir un merecido homenaje a mi gran amigo Ángel Javier Carrasco, primera marca mundial de la especialidad y devolver a España el registro.

Así que sin más, le dije en la misma conversación, “no busques más, ya tienes copiloto para intentarlo, cuéntame cómo lo has pensado”…

… Y de este modo comenzó mi participación en el proyecto.

El vuelo

RUBEN Y JOSE RAMON. A las 8:20 estábamos los dos soportando los casi 100kg de equipamiento con el Polini ronroneado a mi espalada, una leve brisa de norte nos iba a ayudar pero la pista estaba orientada a levante-poniente y  en la carrera de despegue teníamos que corregir nuestro rumbo para salir según estaba orientada la pista, no podía ser de otra forma pues el aeródromo no tenía permiso para que ninguna aeronave despegase o aterrizase transversalmente a la pista. Por suerte fue todo bien y a la primera, lo habíamos ensayado pero todos sabíamos que iba a ser la fase más complicada del vuelo, aunque finalmente no fue así. Con un impulso nuestro y la ayuda del Polini enseguida la Dual 40 subió con energía, una corrección para terminar de centrarla encima de nosotros y a correr, en unos metros estábamos en el aire saliendo por la cabecera oeste de la pista…, comenzaba nuestra aventura.

En el primer tramo debíamos ir cogiendo altura ya que despegamos desde los 130m del nivel del mar y nos íbamos a encontrar relieve con picos de más de 1000m. Karen nos advirtió de la posibilidad de bancos de nieblas y nubosidad esos días, pero en el despegue se veía despejado. A los 15min de vuelo vimos que en nuestra ruta nos íbamos a encontrar con algún banco de niebla y al fondo se veía algo cubierto. A los 25min de vuelo ya vimos que la niebla empezaba a ser más densa abajo pero lo peor es que empezamos a notar una lluvia muy fina, estábamos volando a 1200m y la base de la nube estaba unos pocos de cientos de metros por arriba. Decidimos continuar, modificando nuestra ruta y buscando los claros que aún se veían a nuestros pies. Al poco nos encontramos metidos en la nube sin visibilidad y con esa misma lluvia fina. Decidimos intentar subir por encima de la nube pero a 1800m seguíamos sin visibilidad lloviendo y aún con 55 litros de gasolina volando en una zona con relieve… ahí Ramón tuvo trabajo. Sabíamos los riesgos que estábamos asumiendo y en el fregado en el que nos habíamos metido, yo escondía el mando del acelerador para que no se mojase el pulsador del paro (no vaya a ser que se pare el motor ahora), Ramón intentaba ver a donde estábamos respecto a los picos de las montañas con el Loctome (vendita ayuda en ese momento, gracias Claudio!) mientras que manteníamos el rumbo. Después de unos interminables 45min en la nube, sin visibilidad, y lloviendo decidimos intentar aterrizar en Yecla. Aun no habíamos llegado cuando a lo lejos empezamos a ver claridad en la nube, no dudamos, además nos pareció más seguro y…, acertamos.  Al poco amainó esa fina lluvia. Nosotros no estábamos muy mojados gracias a los monos de vuelo ( [Jose Ramón] el mío ya con algunos años como delata su estética ¿verdad Nico? ), pero aunque la Dual estaba empapada y chorreaba agua por las bandas se portó como una campeona, ni un solo gesto de flaqueza frente a las dificultades, cada vez nos alegramos más de su elección. Unos minutos después empezamos a ver la tierra bajo nuestros pies, fue un alivio indescriptible para los dos, ahora sí habíamos pasado la parte más complicada del vuelo.

Por delante de nosotros quedaban muchos kilómetros, pero estaba saliendo todo según nuestros cálculos. [Jose Ramón] Rubén es un piloto increíble, muy técnico y preciso (ya lo observé el mismo día que nos conocimos) y realizó un gran pilotaje durante todo el vuelo que me trasmitía una total confianza (normalmente no vuelo de pasajero, en casi 25 años volando solo he permitido a dos o tres personas que me “lleven” en su biplaza), vamos que yo iba a lo mío, la navegación, ya fuéramos tranquilos o se moviera, como pasó cuando volamos en las horas centrales del día cerca de Tomelloso, donde nos acercamos, desviándonos de nuestra ruta un pelín, para enviar simbólicamente desde el aire nuestro ánimo a Ángel Javier;  y en la zona al sur de Cabañeros. No obstante, el vuelo fue una “goooozzzaaaaaddaaaaa”.

La estimación de tiempos que hicimos la noche antes también es mérito de Rubén; para algo tiene que valer la experiencia en las pruebas de estimación de las competiciones y el trabajo de meses atrás. Volábamos a una media de 60km aunque registramos picos de más de 80Km/h. Durante el vuelo estuvimos bastante atareados, en algunos momentos no estaba como para dejar los frenos sueltos y Ramón entre la navegación, las comunicaciones, el reportaje fotográfico, contestar los washap y mensajes de apoyo que recibíamos en vuelo de todos los amigos y compañeros que nos seguían en directo por Loctome, también estuvo bastante ocupado.  Además tuvimos que solventar algunos problemillas con los depósitos de combustibles auxiliares.

El rendimiento del Polini 250 y la Dual40 hicieron el resto. Tras unas 10h de vuelo estábamos sobre Cáceres con unos 5 litros de combustible y con 1h hasta la puesta de sol, íbamos a poder gastar todo nuestro combustible antes de los 30 min después del ocaso.

Finalmente sobre las 19:20 aterrizamos en la Herreruela a 568Km en línea recta del despegue en el Aeródromo de Mutxamel. Lo habíamos conseguido!!!

Agradecimientos:

  • A Lorenzo y a Airfer por su apoyo tanto en la equipación y en la preparación, como el día del vuelo, él nos hizo la recogida.
  • A Karen y a Paco Setién, por sus consejos y su experiencia en estos retos.
  • A Bruce Goldsmith (BGD) y a Polini por diseñar y construir un parapente y un motor tan increíbles y seguros.
  • A Claudio Heidel por Loctome y a todos aquellos que nos habéis seguido en esta aventura en directo en su APP.
  • Al Aeródromo de Mutxamel (Alicante) y en especial a Nacho y a Roberto, por facilitarnos la posibilidad de despegar del sitio perfecto y por el video del despegue.
  • Y uno muy especial a nuestras mujeres y familias, por soportar nuestras “chaladuras”.


Rubén Vicente Crespo y José Ramón Martín Gutiérrez.

Quieres conocer a los artífices de esta hazaña:

Rubén Vicente Crespo (Madrid, 1983) es Ingeniero Técnico Industrial Mecánico, comenzó a volar en octubre de 2008. Es Técnico Deportivo de Parapente y Piloto de Paramotor con habilitación PL1, PF1, PL2 y PF2; cuenta con el título APPI de parapente acrobático y además de vuelos biplaza de forma comercial, realiza exhibiciones acrobáticas en paramotor. Ha sido copiloto en el Mundial de Paramotor 2009 (República Checa), 5º clasificado PF1 en el Campeonato de España de Paramotor 2015 (Palomares-Almería), 4º clasificado PF2 en el Mundial de Paramotor 2016 (Popham-Inglaterra) y 6º clasificado en el Campeonato de España de Paramotor Slalom 2016 (Bornos-Cádiz).

José Ramón Martín Gutiérrez (Toledo, 1968) es Graduado en Gestión y Administración Pública por la UCLM, comenzó a volar en febrero de 1992. Formado en el seno de la Escuela Española de Parapente, es Instructor de Parapente desde diciembre de 1993, Instructor de Paramotor desde enero de 1995 y Técnico Deportivo de Parapente desde 2006. Desde 1994 dirige la Escuela de Parapente y Paramotor AIRWIND, en Sonseca (Toledo), donde además de la formación integral de pilotos de parapente y paramotor, realiza diversas actividades aéreas dirigidas al público en general. Ha sido 3er clasificado en los Campeonatos de Paramotor de Castilla-La Mancha 2006 y 2007 (Tomelloso-C.Real)  y Campeón de Paramotor de Castilla-La Mancha 2015 (Orgaz-Toledo).




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